Diversidad, diseño e humildad
3 diciembre, 2020Con motivo del Día Internacional de las personas con discapacidad, hoy dedicamos este espacio para ofreceros una lectura distinta a la clásica mirada sobre la discapacidad y el empleo.
La Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad (2006) y la Declaración Universal de Derechos Humanos explican que la discapacidad no surge ni es causada por un defecto personal, sino que es fruto de sus consecuencias sociales atribuidas por el entorno y de la posibilidad de que las personas desempeñen roles diferentes en cada situación de su vida.
El estigma social promueve que se sientan solas, diferenciadas y excluidas, reduciendo así sus posibilidades de llevar una vida normalizada. Desde nuestra Cátedra, junto a varias empresas, ONG, representantes y profesionales, podemos contrastar, al comparar datos y experiencias en Div-Lab, interpretamos la discapacidad/ diversidad funcional como:
Una obra maestra de cómo vivir de manera alternativa, inteligente e ingeniosa, en un sistema condicionado por lo que establecemos como normalidad y un mundo diseñado para unos pocos.
El mundo está lleno de talentos y así lo demuestran día a día personas con discapacidad a través de las supracapacidades, entendidas como talentos excepcionales, cualidades observadas en personas con discapacidad con fundamentación científica, que deberían despertar los intereses sociales y empresariales para la inclusión.
Kochan y cols. (2003) establecen que la habilidad de una organización para conseguir los beneficios de la diversidad dependen de su capacidad para inculcar culturas de aprendizaje mutuo y cooperación. De esta manera, empleadores e individuos se benefician del proceso y resultado que da el potencial de la persona desarrollado en el trabajo a partir de su discapacidad, además del reconocimiento y crecimiento integral de ambos.
Desafortunadamente, en muchos puestos de trabajo, perfiles de empleabilidad o sectores laborales, aún estamos lejos de ver a estas personas talentosas como sinónimo de competitividad corporativa y situadas en el centro de la actividad laboral por su talento. Sabemos que el camino aún es largo y los datos actuales, aunque mejoren, no son todavía alentadores. Sin embargo, cada vez son más las empresas que apuestan firmemente por incorporar diariamente estos talentos a sus organizaciones.
Un ejemplo de ello son las y los protagonistas de hoy, quienes han revolucionado el mundo empresarial, transmitiendo su experiencia de work engagement, a varias empresas, y que incluso han sido reclamo de organismos mundiales como la ONU, para aprender nuevas vías de transformación hacia un cambio real de paradigma.
La Casa de Carlota, es un estudio de diseño de Barcelona que integra un equipo formado por personas con discapacidad intelectual, estudiantes y profesionales del mundo del diseño, como directores de arte e ilustradores. En paralelo establecieron “La Casa de Carlota & Friends” como compañía de comunicación en España y Colombia, reconocida con el sello BCorp, que ejerce como consultora para marcas y empresas globalmente conocidas.
Se presentan como activistas creativos y pioneros en la incorporación del activismo social a los valores de empresa. Uno de nuestros mayores referentes de engagement como modelo empresarial y motor de cambio estructural.
Esa mezcla de cerebros diferentes que al final trabajan todos por el mismo proyecto es quizá la mejor enseñanza
– José María Batalla
En la siguiente entrevista realizada a José María Batalla, su fundador y responsable creativo, nos hace entender que, como dice Scott Hamilton: la única discapacidad en la vida es una mala actitud. Más allá del talento y de las supracapacidades de cada persona empleada, la absoluta normalidad-entendida como la aceptación y naturalización de la diversidad- es lo que ha permitido la creación de un equipo en el cual sus éxitos, tras 7 años de experiencia, han sido resultado de su armonía, compenetración y sintonía.
